Sofía la grande, rescatista de hadas. GRATIS!

Sofía vuelve de clase de gimnasia cuando ¡escucha una voz pequeñita pidiendo ayuda a gritos! Bebés hadas, tormentas de viento, una heroína en bicicleta… un cuento para leer, descargar , escuchar o ver. ¡¡elije tu medio!!
English version avaliable HERE!
Una historia comisionada con amor para Sofia Subina escrita e ilustrada por Sofía Idiel
Este es un cuento aventurero, que llegó a mi sombrero, de mi sombrero pasó a mi ¡y ahora te lo cuento a ti!
Era una tarde muy ventosa woooshhh…wossshh (ese es el ruido del viento). Sofía venía llegando de su clase de gimnasia cuando escuchó un grito de ayuda.

-¡Mamá! ¡Mamá! ¡Maaaamaaaá!
Sofía pensó que a lo mejor algún niño más chiquito se había perdido, y empezó a buscarlo, para tratar de ayudar, pero no encontró a nadie.
Hmmm, que raro… mientras más buscaba, más escuchaba la voz “¡Mamá! ¡Mamá!” pero parecía que el llamado venía de muy lejos… y era una voz chiquita.
Y de repente, mirando y mirando Sofía se dio cuenta de que no era alguien el que pedía ayuda. Bueno, al menos no un alguien humano.

Ahí, resguardándose del viento junto a una piedra y tapándose con una hojita mientras apretaba su unicornio de peluche, había un bebé hada. “Ay cielos” pensó Sofía. “¿Qué le dice uno a un bebé hada que está en problemas?” Así que partió por tomarlo en sus manos con mucho cuidado y cariño y le dijo:
-Anda chiquito, no te preocupes, ¿Estás perdido? ¡Yo te voy a ayudar a buscar a tu mamá!
Sofía ya se iba dando vuelta para ir a buscar a SU mamá y preguntarle qué hacer, cuando escuchó otro pedido de ayuda
-Ayuda… ¡Ayuda! ¡ AYUDENMEEEEEE!
Y cuando Sofía miró hacia arriba, claro, ¡ahí estaba la hada mamá y se la estaba llevando el viento! ¡No había un minuto que perder!

Sofía tomó al bebé hada y al unicornio, los puso dentro del canastito de la bici, se subió encima de un salto y pedaleó con totas sus fuerzas.
Sofía acababa de aprender a andar en esa bicicleta, pero pedaleó con persistencia y tenacidad, ¡sin rendirse!

Pero no servía de nada. El viento se llevaba a la mamá hada cada vez más lejos. Incluso la empezó a arrastrar por encima de unos árboles. ¿Y podía Sofía seguirla hasta allá?
Bueno, el bebé hada que estaba en la bicicleta también quería ayudar. Así que abrió la cremallera, el cierre que el unicornio de peluche tenía en la pancita y con un poquito de mofomofo1 lo sacudió con bastante fuerza (mofomofo: lo que hacen las hadas cuando tienen dificultad para abrir un cierre o cremallera )

Y de la pancita del unicornio cayó ¡fussshh! una cascada de polvo de hadas, que cubrió al bebé, unicornio, a la bicicleta y a Sofía. Y mientras iba pedaleando, Sofía empezó a sentir que ella y la bicicleta estaban más livianas, más livianas…. Y de repente por arte de magia de hadas, estaba volando.

¡Wow! ¡Que maravilla era volar! Sofía estaba encantadísima, y no estaba para nada asustada. Pero no se distrajo. Mantuvo la mirada en la mamá hada y siguió pedaleando cada vez más fuerte.
Ya estaba casi, casi, a punto, a punto de poder agarrar a la mamá hada…
Menos mal que en la clase de gimnasia Sofía había aprendido montones, porque se tuvo que equilibrar en el asiento de la bici para poder alcanzar a la mamá hada.

Pronto, la mamá hada, el bebé hada, el unicornio de peluche y Sofía aterrizaban sanos y salvos cerca del jardín de Sofía. ¡La mamá hada estaba tan agradecida! Había creído perder para siempre a su hijito en la tormenta.
Desde el momento, la mamá y el bebé hada se hicieron amigos de Sofía. Y ella aprendió montones, millones de cosas de hadas. Y desde entonces, se le conoce como “Sofía la Grande, rescatista de hadas” en todos los reinos de hadas cercanas.
Y colorín colorado, este cuento ha terminado… pasó por un zapatito roto y mañana te cuento otro!

Fin
¡Pack de actividades imprimibles! (en inglés y español)
- Preguntas para conversar alrededor del cuento
- Postal para imprimir y enviar.
- Crucigramas del cuento
- Imágenes para colorear
- Ideas de actividades
- Juguete de bici 3D para imprimir, recortar y armar
Descarga: Actividades